El nuevo Hospital General de Culiacán se terminó de construir hace tres años luego de una inversión con sobrecostos, que se disparó hasta tres veces más de lo originalmente pactado. Sin embargo, dicho centro de salud no funciona.
La razón: que la instalación incumple con diversas normas oficiales para entrar en funcionamiento, situación que no fue observada por corrupción o negligencia de los funcionarios que en su momento estaban a cargo de la obra.
Aunque el centro fue oficialmente inaugurado, rápidamente se detectaron problemas como mal funcionamiento del aire acondicionado, inconvenientes en ductos de ventilación, mal funcionamiento de plantas tratadoras de agua, defectuoso diseño de las unidades de terapia intensiva, deficientes equipos de seguridad, ente otros.
El secretario de Salud de Sinaloa, Cuitláhuac González, dijo que el gobierno anterior aceptó la obra pese a que claramente no cumplía con las normas. Señaló que, por lo menos se requiere otra inversión de más de 80 millones para acondicionarlo y que pueda comenzar a trabajar.
Implicados: La obra se encargó, aceptó y pagó en la administración del gobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz. La empresa responsable es Ingeniería y Control de Proyectos SA de CV.
Monto: La obra requirió una inversión superior a los 2 mil millones de pesos, pese a que se pactó originalmente en 666 millones.
Impacto: Además de los sobrecostos millonarios, se ha dejado a la población sin seguridad social sin tener acceso a un nuevo centro hospitalario.
Difusión: La nota fue publicada en el Sol de México este 3 de junio. Previamente medios locales han dado cobertura al tema también.